Poemas de Marcela Sandoval (Chile)







ACERCA DE DRAGONES, TORTUGAS Y CONEJOS


La gente que quiero es poca, multicolor y multiforme,
tienen voces de trueno, de pájaros y de ciudad.
Me acompañan como campanas, como libros,
como café de madrugada.
Son banderas y son canciones,
se pegan a los edificios en letras inoportunas
y danzan y corren por las calles como conejos.
Son ojos y bocas y cabezas de dragones en cuentos de niños,
van y vienen como tortugas desprevenidas en la selva,
y saben estar en el sillón viejo o en la cumbre que tanto nombro.
La gente que quiero sabe a frutas y a ensaladas,
se arrastran como cuncunas
y de pronto alcanzan el cielo como gavilanes.
Me forman del barro y me soplan en polvo ignorado,
me prestan el tiempo,
me dejan dormir en su memoria.


ESQUINAS ROTAS


Mi paso no será más que una mancha.
Ahí quedan las palabras: las que no me dijeron.
Sombra seré como soy ahora: seca, dura.
Del viaje me duele el tedio del camino,
lo poco que dura la noche.
Libre de este cansancio me dormiré la muerte como la siesta de la tarde,
ya ebria de actos fallidos, ya turbia de no vida.
Me ha crecido como en la entraña ese cáncer de mi madre
y no me cuadro, por pereza,
ante la bandera de las ganas.
Que para ganas, las de los risueños de los bares,
esos hermanos de las esquinas rotas.


OCHO DE MARZO


Un mundo me sepultó en su entraña
y la luna cayó al café, traicionera, ególatra.
Los sicarios vestidos de agua
me bombardearon con lágrimas y mocos.
Entonces la inconciencia,
la pre-muerte se me hizo tibia.
Caos y campanas anunciaron el funeral como trance,
Pero lo más triste fue el sol,
la injusticia de morir en un día glorioso
no dejó a nadie indiferente.
Armonizó entonces el viento,
se puso de pie para herir a los árboles,
y desnudar flores.


Se hermanó con la ira piedra en la garganta
y sopló más lejos para que cada sollozo
encontrara una ventana y se acomodara en las cosas
que cambiaron su color.
Así fue que la ciudad se puso luto
y agachó la cabeza para siempre.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay algo en esta poesía que cautiva.



Luis Jofré (Uruguay)

Anónimo dijo...

Pero como es posible ? creer que sabes todo y ser tan ignorante en una esperanza terminal......
Como ? si yo se todo y vos nada....pero ves todo.
AMURA