
EN LO ALTO DE LA CIUDAD OSCURA
Una noche en una calle bajo la lluvia en lo alto 
de la ciudad oscura
con el ruido a lo lejos 
es seguro que suspirará 
yo suspiraré 
tomados de las manos por un gran tiempo 
en el interior de la arboleda 
sus ojos claros al pasar un cometa 
su cara llegada del mar 
sus ojos en el cielo mi voz dentro de su voz 
su boca en forma de manzana 
su cabello en forma de sueño 
una mirada nunca vista en cada pupila 
sus pestañas en forma de luz un torrente de fuego
todo será mío dando volteretas de alegría 
me cortaré una mano por cada suspiro suyo 
me sacaré un ojo por cada sonrisa suya 
me moriré una vez dos veces tres veces cuatro veces mil veces 
hasta morir en sus labios 
con un serrucho me cortaré las costillas para entregarle ,mi corazón 
con una aguja sacaré a relucir mi mejor alma para darle una sorpresa 
los viernes por la tarde 
con el aire de la noche cantando una canción 
me propongo vivir trescientos años 
en su hermosa compañía.
TU CALAVERA
A Silvia Natalia Rivera
A Silvia Natalia Rivera
Estas lluvias, 
yo no sé por qué me harán amar un sueño que 
tuve, hace muchos años, 
con un sueño que tuviste tú 
-se me aparecía tu calavera. Y tenía un alto encanto; 
no me miraba a mí -te miraba a ti. 
Y se acercaba a mi calavera, y yo te miraba a ti. 
Y cuando tú me mirabas a mí, se te aparecía mi calavera; 
no te miraba a ti. 
Me miraba a mí. 
En la alta noche, alguien miraba;
y yo soñaba tu sueño - bajo una lluvia silenciosa, 
tú te ocultabas en tu calavera, y yo me ocultaba en ti-.
EN LA VENTANA
A Nelly Villanueva
A Nelly Villanueva
Sabe Dios lo que yo buscaba, quería encontrar 
no sé qué, 
una tarde, 
sentía el antiguo momento del encanto, las cosas 
olvidadas en el tiempo 
-los objetos sin forma dentro de mí,
un rastro de ceniza y un pedazo del acre, 
esos nombres inmortales en la memoria. 
El ancla, en los botones dorados, y los papeles, 
el polvo en el vació - el olor, en unas ropas de niño, 
unos restos, unas migas de hace años -y desde muy lejos,
al soplo del aire en la ventana, pensé en ti: en las nubes, un presagio de lluvia era el echarte de menos, 
con tus ojos inexplicables, y la tarde moría. 
Era un color, la ansiedad de los presentimientos: 
era una sombra: el adiós, 
la noche profunda en la ventana. 

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